En esta serie de artículos cortos relacionados con el rol del profesor universitario, usaré algunas metáforas de la comunicación digital y la cibercultura para reflexionar sobre los nuevos roles o nuevas formas de ejercer el rol del profesor.
De cómo queremos aprender los profesores
Hace poco estuve en una sesión de consulta a profesores universitarios para indagar sobre sus necesidades de capacitación así como de las metodologías que consideran mejores para capacitarse y ser guía de alumnos del siglo XXI.
El mayor énfasis lo encontré en crear espacios virtuales y presenciales entre colegas de la misma institución o de otras. Observo que eso destaca el encuentro en y en la oportunidad de aprovechar los conocimientos y competencias de otras personas que ya han 1. Descubierto. 2 aplicado. 3 evaluado y mejorado un proceso. Es decir, tienen experiencias concretas probablemente similares de las cuales se puede aprender con facilidad.
Además de esto, he oido mencionar a varios profesores una capacitación rápida, les gusta tener la posibilidad de saber quién entre sus colegas es el experto en el uso de herramientas o áreas y poder consultarle bajo demanda y de manera breve para resolver un problema específico.
A mi parecer, el concepto que fundamenta esta postura es la inteligencia colectiva, que según el filósofo Pierre Levy es la piedra angular de la cibercultura, Aquí algunas de sus propuestas que me parecen esenciales y que me han enamorado de las posibilidades de internet:
Comienzo a pensar que no solo los alumnos se resisten a escuchar de manera pasiva y por periodos largos a alguien que ” les enseñe”. Deberíamos cuestionarnos que sea un “defecto” de los alumnos contemporáneos. Tal vez es un juicio generalizador de que los alumnos jóvenes “no escuchan”. Este mismo semestre yo me sentí frustrada porque reduje mucho las clases teóricas, añadí mucha asesoría e hice cambios significativos en el sistema de evaluación, pero cuando las hacía quería que pusieran atención por más de una hora y no lo hacían. Como nunca antes, sentí el choque generacional o como quiera que se llame. Reflexionando después me di cuenta que el enfoque del aprendiz, alumno o profesor, es la conversación. Y en una conversación hay turnos.
De cómo quieren aprender nuestros alumnos
Cuando los profesores insistimos en que los alumnos escuchen, parecemos reclamar, al igual que los medios masivos, una voz dominante, queremos que se nos escuche a nosotros. Pero si nosotros mismos estamos pidiendo tiempos cortos, determinar qué necesitamos aprender y que no, si no queremos ser “instruidos” y queremos ser parte de la decisión en nuestro proceso de capacitación, ¿Por qué pensaríamos que los universitarios si están dispuestos a la instrucción? Nuestros alumnos, y nosotros, nos hemos acostumbrado a conversar más, en parte gracias a las redes sociales.
La inteligencia colectiva y la posibilidad masiva de participar originaron el rol de community manager, el cual modera conversaciones en internet para asegurar el respeto, la participación, la escucha. Desafortunadamente, muchas marcas han concebido el rol de las redes como un nuevo medio masivo en el cual hay que etar presente ara decir muchas cosas sobre una marca. Pero el community manager, idealmente debería escuchar para recoger y encauzar las inquietudes de la comunidad alrededor de una marca, empresa, etc. Por ello considero que uno de los roles enriquecidos del profesor contemporáneo es el de community manager:
1. Implica confiar en la inteligencia y competencias de generar conocimiento y habilidades de todo su grupo.
2. Es acorde con el constructivismo propuso hace a muco tiempo el rol del profesor como asesor del aprendizaje,
3. Permite resignificar su rol, empoderando aún más a los alumnos y responsabilizándolos de su aprendizaje y su aportación de aprendizaje del grupo.
4. Proporciona a los alumnos el placer de compartir lo que saben. Ese placer ya no pertenece solo del profesor que intenta, con justa razón, transmitir su pasión y ser escuchado por todo lo que ha aprendido. Le permite potenciar esta significativa experiencia de vida para los otros. Sus alumnos son co-profesores.
5. Puede potenciar la capacidad de vincularse entre alumnos, competencia importante en la vida profesional.
6. Libera al profesor de pasar todo el tiempo creando contenidos que transmitir o exámenes a evaluar y le permite concentrar sus esfuerzos en la asesoría y en una planeaión estratégica del aprendizaje, así como en la actualización constante del profesor.
Mis propias conclusiones:
Otro de los temas que escuché en la sesión en la que estuve fue el temor a lal reducción de hrs. De clase, y por ello la reducción de la cantidad de profesores. Yo creo que un profesor que solo transmite conocimientos, sí puede ser substituible porque la calidad de contenidos gratuitos en la red es cada vez más especializado y de mayor calidad, pero un pensador estratégico que gestione vínculación, reflexión y aprendizaje, no.
Las hrs. De clase deben ser conversaciones, experiencias valiosas, insustituibles, incluso inolvidables… Los contenidos pueden prepararse, colgarse en la red y consultarse bajo demanda. Eso puede además a posicionar en la red al profesor universitario, volverlo una referencia en su área de especialidad.
No será el uso de herramientas tecnológicas dentro del aula la única solución o la manera correcta de usarlas.Sobre todo si se usa tecnología pero se sigue usando la instrucción como modo favorito de generar conocimiento. Solo utilizar estas herramientas y apropiarse de ellas nos puede hacer pensar qué se puede utilizar en la clase o fuera de ella en el caso particular de MI CLASE.
Lo presencial no ha perdido su valor, al contrario, pero si se constituye como un espacio de diálogo y encuentro. Y eso es lo que propicia un community manager.
punto de cruz 